de las experiencias de vida agridulces por las que debí pasar...
A pesar de cada lágrima que he derramado, cada insulto que he pronunciado
y los nombres que he maldecido, luego de los errores cometidos y las lecciones aprendidas,
luego de los golpes y los baches que encontré en cada esquina.
Contando también el afecto, y las dichas, la cruel realidad que reina en la maravillosidad del ser,
las pequeñas cosas que hacen la efímera alegría que sin previo aviso logré experimentar...
Sé que aunque no esté bien de vez en vez, luego... lo estaré.
