Eh decidido reparar pequeños daños en mi vida, como puede ser mi futuro educacional yéndose a pique por no mas que mi escasa voluntad acompañada de un adolescente “What the hell; I’m gonna die anyway”.
Mi vida sentimental (no catalogada como “amorosa” por razones obvias para quien lee mis vanos posteos) despejando la X sin “Y” que la molesten como pueden ser los factores “J” que recientemente interferían entre mi persona y aquel por quien por el momento debo interesarme… Yo.
Sí, en lo que se refiere al sexo opuesto o no- opuesto lo sentimental ah pasado a un segundo plano,
lo que significa que tendré más tiempo para ocuparme de mi bebé “www.disfordelightful.blogspot.com” creo que están familiarizados con él, verdad?
Harta estoy en verdad de pensar en dicho factor externo o cualquier otro, es momento para centrarme egoísta y deliciosamente en mi.
Y son momentos como este cuando razono y formulo interrogantes que se han convertido en clichés de los años de los años en los que Platón estaba flojo de vientre. Mas allá de considerarme una persona corrompida por los viles caminos de esta vida (que disfruté mucho pero pagué sus consecuencias de diversas maneras como el mismísimo remordimiento) , me considero una niña agria atrapada en un gran nudo gordiano de vivencias mal recorridas y contradicciones, contradicciones tales como ¿es posible que aún ame mas mi libertad de ser, mis espacios, que a otro ser humano? ¿Cómo es esto posible si tan complicado me resulta el amor propio? La respuesta; ante mis ojos bajo la estimulación de las dulces estrofas de “Little Joanna”. (quiero creer que alguien se preguntará porque esta canción… simple; es la representación de mi inocencia perdida, reemplazada por mi frívola agudeza de comentarios y pensamientos neoliberalistas capaces de impresionarte o borrar una incipiente sonrisa de victoria sin concretar.)
Miedo. Resignación. Dolor. ¿Alguien da más?
Miedo de ser quien en verdad soy ante personas que no lo comprenderán, temor a depositar mis esperanzas y ya maltrechos sentimientos en quien no lo sabrá valorar o simplemente me abandonará cuando arruine nuestro vínculo de amistad o lo que cojones tengamos.
Resignada al saber que no tendré un fin acogedor en los brazos de “Persona X desconocida aún”, siendo saboteadora de mis ya olvidados e ingenuos sueños de “viviremos juntos por siempre; yo estaré allí para ti”. De esas románticas canciones que desearía me dedicaran y a su vez; no.
Dolor de haber perdido a quienes me importaron; y aunque hoy no signifiquen en mi vida lo que solían, los errores jamás serán reparados ni seré capaz de olvidar lo malo por miedo a no recordar lo bueno que el mal mismo me ocasionó.
Quiero creer que no soy una mala persona, dentro de los términos de maldad normal doctrinados por la sociedad entre los cuáles matar un cachorro se cataloga entre el top 10.
Simplemente soy.
Y ya ni siquiera necesito de mis acostumbradas sesiones de masoquismo y autodestrucción de darle a aquella playlist que armé en mi sano juicio sin otra razón más que para llorar, a sabiendas de lo que hacía… vale, lo de “en mi sano juicio” es discutible. El vacío esta allí y no se irá.Pero quizás… es momento de cambiar el soundtrack a mi historia y lejos de la auto compasión creo que eh sufrido mi cuota y la cuota de otros; por lo tanto no se equivoquen, que hable de mis pesares no significa que triste esté, es mi manera de ver la realidad y enfocarme en una futura y más gratificante realidad 2.0 de la que me encuentro hoy.
O algo así.

No hay comentarios:
Publicar un comentario