lunes, 7 de mayo de 2012

In my heart you grow, and that's where you belong.


Por qué no mencionas sus nombres? Preguntó.

Porque estos duelen. Porque podría irse mi vida susurrándolos. Porque estos susurros se convertirían en vociferaciones que quebrantarían el agridulce silencio de su anonimato, así como también mi garganta. Porque al releer lo que yo mismo he relatado, quizás y solo quizás, dependiendo de mi suerte, a falta de apego, a falta de nombres, sea capaz de fingir que otro lo ha escrito. Quizás y solo quizás, las penurias serán ajenas en ese momento en que intentaré a su vez inventarme recuerdos más agradables que evocar.
Porque temo mi respiración se exalte al ver la ya gastada tinta formar su nombre y temo el nudo en la garganta que éste me provoca jamás se vaya...

Leerás mi libro de demandas, mi diario de encrucijadas y dilemas a resolver sin miedo a lo que encontrarás en él?

No lo sé - susurraste. - Solo si en este expones lo que sientes y no te privas de expresar lo que piensas.

- Honestidad será lo que encuentres, pero cobardía solo verás en los pronombres sin identidad...

Que encontraré yo en el tuyo? - Pregunté, y sin vacilación respondiste:

Encontrarás sus nombres en cada esquina y rincón. Los leerás continuamente hasta sentir afinidad. Despertarán rechazo y pronunciarás injurias que en el momento en que leas solo serán dirigidas a su nombre en particular. Mis recuerdos te invadirán, les pondrás caras a sus nombres, sentirás lo que estos significaron en mi vida. Asociarás palabras a momentos, y momentos a sus nombres. Sí, los momentos que he vivido junto a ellos y nadie más.
Sus nombres han sido escritos para ser recordados en su ausencia, para ser sinónimos de fechas, llantos y canciones. Se borrarán de mi mente hasta el instante en que yo misma los relea y los evoque, pues han valido la pena para ser mencionados; han valido la pena y serán recordados. 

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